Viajar con ratas

Muchos de nosotros, cuando viajamos, queremos compartir esa experiencia con nuestras ratas o no podemos permitirnos abonar una residencia especializada durante las vacaciones o no tenemos ninguna persona de confianza que pueda hacerse cargo de ellas en el tiempo que pasaremos fuera, pero existe la posibilidad de que nuestras ratas se sumen a nuestro viaje. ¡Para ellas cambiar de ambiente y rutina también es divertido!

En estos casos debemos tener siempre claro que allá a donde viajemos (hotel, hogar familiar, casa rural, apartamento vacacional…) dejen acudir con animales. Es probable que nuestros anfitriones nunca se hayan planteado la opción de albergar otros animales distintos a perros y gatos, por lo que es importante comunicarles que acudiremos acompañados de nuestras ratas domésticas.

Para ello, es importante seguir una serie de pasos previos y consejos:

  • Utiliza siempre un transportín rígido, nunca de tela para evitar que puedan roerlo y escapar. Puede ser específico de roedores o para gatos, y siempre que exista la posibilidad, es útil colocar una hamaca en el mismo. Podemos hacerlo con ayuda de anillas.
  • Encuentra un veterinario especializado en exóticos en la zona a la que viajes. Así, en caso de urgencia tendrás una referencia inmediatamente y solamente tendrás que preocuparte de lo verdaderamente importante.
  • Lleva contigo un expediente veterinario que certifique la buena salud de tus animales, así como su historial en caso de tener que acudir a un veterinario de urgencia.
  • Si cambias de país o región, infórmate de si las ratas podrán acceder al lugar, pues existen leyes que puede que se lo impidan. Si hay vía libre, no olvides cumplimentar los documentos necesarios si los hubiera.
  • Es importante que tus ratas estén acostumbradas a viajar en transportín. Recuerda que es más seguro si viajan en un transportín cuyas medidas parezcan un poco justas, ya que en caso de accidente el daño que sufran será menor.
  • Lleva material contigo:
    • Jaula de viaje (preferiblemente plegable): recomendamos el modelo Alaska o similares.
    • Hamacas y telas, lecho y mezcla suficientes para toda la estancia.
    • Un comedero y dos bebederos, uno de repuesto.
    • Al menos un esquinero
    • Bolsa de colada para retirar las hamacas sucias
    • Una tela cubre-transportín. Ayudará a los animales a permanecer más calmados en caso de estrés.
    • Su medicación habitual si alguna de tus ratas la necesita

Al llegar al hotel o apartamento, lo primero que debes hacer es preparar la jaula para que las ratas puedan asentarse lo antes posible. Para evitar que el personal de limpieza pueda asustarlas, coloca el cartel de no molestar o indica en recepción que eviten aspirar en la habitación y que el personal de limpieza no intente tocar a los animales ni abrir la jaula, para evitar posibles accidentes.

Por supuesto, no olvides que durante sus vacaciones, las ratas también necesitan salir al menos una hora diaria de su jaula, por lo que aunque hayan vivido muchas aventuras ese día, deberás preparar una zona de juegos, ¡y darle uso! Puedes improvisar una con mantas y sábanas, cajas de cartón, bolsas de papel, e incluso una maleta vacía.

Viaje en coche

Durante el viaje, es importante que el transportín se encuentre a los pies del copiloto o en una zona segura, sin sol ni aire acondicionado directos, pero cuya temperatura y ventilación sean correctas. Bajo ningún concepto deben viajar en el maletero. Es importante poder ver a los animales fácilmente durante el viaje, para comprobar su estado.

Para evitar encharcamientos, no coloques el bebedero en el transportín durante el recorrido en coche, ya que con el traqueteo éste se moverá y goteará bastante. Puedes parar cada hora y ofrecerle agua a tus ratas o bien, si el desplazamiento es de más de dos horas de duración, puedes colocar frutas y verduras altas en agua, como pera o pepino, en un pequeño plato en el interior del transportín. Así se mantendrán hidratadas mientras se alimentan.

En cada parada, aprovecha no solamente para ofrecer agua,  sino para retirar las deposiciones que hayan ocurrido y echar un vistazo al estado de los animales para prevenir un posible golpe de calor. Podemos ayudarnos de un pequeño difusor de agua para mantener a los animales frescos si la temperatura exterior es alta.

Por supuesto, nunca dejes a los animales solos en el coche al sol, y siempre baja ligeramente las ventanas (a no ser que fuera haga muchísimo frío) y no te ausentes más de cinco minutos.

Viaje en avión, barco o tren

Antes de nada, lo primero es asegurarse y obtener una confirmación por escrito por parte de la compañía de que nuestras ratas podrán viajar con nosotros en la cabina, indicando la especie del animal y presentando los papeles de salud correspondientes, ya que no todas las compañías aceptan animales, y son menos aún aquellas que aceptan roedores. Es posible que debamos abonar un billete suplementario por los animales, y nos harán llegar una serie de normas que deberemos cumplir para poder viajar con nuestras ratas.

En estos casos es recomendable utilizar un transportín específico para pequeños roedores, pues abultan menos y el personal de vuelo opondrá menos resistencia a su embarcación. Bajo ningún concepto deben viajar en la bodega, ni ser obligadas a estar en los compartimentos reservados para maletas. Es importante poder ver a los animales fácilmente durante el viaje, para comprobar su estado.

Al contrario que sucede con el coche, en barco y en avión sí es importante que sí haya un pequeño bebedero al que puedan acceder los animales sin que tengamos la necesidad de abrir el transportín, pues podrán llamarnos la atención o incluso ser multados. En el caso del tren, es preferible que utilicemos fruta y verdura frescas, pues sí existe un traqueteo que pueda hacer perder agua al bebedero y encharcar el transportín rápidamente. Añadiremos su mezcla habitual y telas absorbentes que hagan la vez de lecho, para evitar que éste pueda salir del transportín.

Es importante seguir las instrucciones del personal siempre y cuando no perjudiquen la salud o puedan hacer peligrar la vida de nuestras ratas, en cuyo caso es preferible que desembarquemos y presentemos una queja formal ante los mostradores de la compañía, con ayuda del documento escrito donde se nos indicaba que no tendríamos problemas para embarcar. Sobra decir que abandonar a los animales ante la situación de no poder embarcar no es una opción.