Las ratas necesitan salir de su jaula al menos una hora diaria, durante la cual podrán correr, explorar nuevos territorios y dejar que un nuevo espacio estimule su curiosidad. Es nuestra responsabilidad crear un espacio seguro para que nuestras ratas puedan disfrutar de este tiempo de recreo sin peligros y todo el tiempo debemos estar completamente atentos, pues son animales tan curiosos y activos que rápidamente pueden meterse en problemas.
Unas buenas zonas de esparcimiento pueden ser una cama grande, un pasillo con puertas que impida a los animales acceder a otras habitaciones de la casa, habitaciones habilitadas… No recomendamos acotar un espacio de juegos con vallas para mascotas, pues las ratas son ágiles trepadoras y no tardarían más que unos segundos en llegar al otro lado.
Lo más recomendado es tener una zona de la casa preparada para estos momentos, como el pasillo o la propia habitación donde se encuentre la jaula de las ratas, pero si no es posible, podemos escoger cualquier otra zona de la casa que cumpla los requisitos adecuados. Para prepararla, es esencial tener en cuenta los siguientes pasos:
En primer lugar debemos eliminar todos los posibles cables eléctricos, o bien, protegerlos: lámparas, cargadores, ordenadores, televisores… Si una rata roe un cable que esté conectado es probable que sufra una fuerte descarga eléctrica, pudiendo morir. Incluso si el cable está desconectado, si es roído, quedará inservible para ser utilizado posteriormente y tendríamos que adquirir uno nuevo.
Por ello, recomendamos desenchufar y colocar lejos del alcance de las ratas todos aquellos cables eléctricos que haya en la zona que hemos destinado a ser su área de juegos. Si esto no fuera posible y el cable debe permanecer enchufado y quedaría al alcance de los animales, debemos recubrirlos con un protector de plástico duro o de metal, y debemos permanecer atentos a que los animales no los roan.
También debemos tener cuidado de impedir el acceso de las ratas al interior de sofás y sillones (especialmente pudieran acceder a su estructura interna incluso necesitando roer), sofás cama, camas nido o con almacenaje inferior, ya que las ratas pueden entrar por espacios muy estrechos y pueden acceder al interior mientras que nosotros no seríamos capaces de alcanzarlas. Además, el interior de este tipo de muebles suele tener materiales peligrosos si llegan a ingerirlos y clavos afilados. Para evitar que esto suceda, podemos rodear estos muebles con pequeñas barreras o bien, impedir la entrada con telas o toallas gruesas, taponando bien y vigilando que los animales no las retiren para entrar.
Las mecedoras también son muy peligrosas para los animales, no solamente para las ratas, ya que pueden hacerles heridas graves si son aplastadas durante un vaivén, incluso pudiendo ocasionar daños mortales. Para ello podemos bloquear estos muebles con telas gruesas para evitar el balanceo, y sobre todo, no utilizarlos mientras los animales estén fuera de su jaula.
La cocina no es un buen lugar para que las ratas tengan un momento de juegos, ya que son, junto al cuarto de baño, la habitación más peligrosa para ellas. Los muebles pueden tener pequeños agujeros, o los electrodomésticos dejar huecos, por los que los animales podrían entrar, pero no podríamos recuperarlos. Esto es especialmente grave si los animales se quedan encajados y no pueden moverse, ya que no habría ninguna solución en la que salieran ilesos. Incluso si llegaran al final de los huecos, se encontrarían rodeados de cables enchufados y tuberías, nada apropiado.
Y no solamente en la cocina hay huecos, sino que algunos muebles pueden esconder agujeros en sus puertas, o incluso las propias puertas que no cierren bien y dejen pequeños huecos (sobre todo puertas viejas). Por pequeña que te parezca la rendija, si te ha llamado la atención es probable que a tus ratas también, e intenten acceder al otro lado. Tapona estas aberturas con cartón, tela enrollada… Así tus ratas tendrán que entretenerse unos segundos antes de poder escapar y tendrás ese tiempo para reaccionar.
Ventanas de guillotina en especial, pero todas las ventanas en general, deben estar totalmente cerradas mientras tus ratas están fuera de la jaula para evitar posibles fugas que no acabarían nada bien. Si tu ventana tiene mosquiteras, puedes dejarlas ligeramente entreabiertas (no si la ventana es de guillotina, que debe estar cerrada en todos los casos) y vigilar que las ratas no se acerquen demasiado, pudiendo estropear la malla y escapar.
Los radiadores son esos grandes olvidados a la hora de proteger el rincón de juegos en invierno. Ten cuidado pues si están encendidos pueden estar muy calientes para las ratas si los tocan. También, si hay rejillas de ventilación, hay que asegurarse de que están correctamente bloqueadas. Y por supuesto, evitemos que haya cualquier cable, hilo, cuerda de cortina… en la que las ratas puedan engancharse y sufrir un accidente.
En los cuartos de baño sucede algo similar a lo que pasa en las cocinas, sobre todo si existen electrodomésticos en ellos. Los retretes y bidets suelen tener un hueco en su parte posterior donde los animales podrían esconderse y luego tener dificultades para salir. También son frecuentes los casos en los que una rata ha caído al interior de un retrete estando éste abierto, sin posibilidad de salir luego por sus propios medios, por lo que si tu cuarto de baño te permite tener a tus ratas jugando en él sin peligro, ¡baja la tapa! Y por supuesto, mantenlas alejadas de los cubos de basura y de las plantas, ya que puede haber riesgo de intoxicación por ingerir algo peligroso para ellas.
Una vez liberada de cualquier peligro, la zona de juegos debe tener múltiples juguetes, escondites y entretenimiento para tus ratas, lo que hará el momento de la salida el favorito del día. Además, en momentos de calor podemos incluir piscinas o verdura ligeramente congelada, y en invierno, escondrijos con mantas suaves y mullidas, entre otras muchas cosas.
Y aunque la mayoría de cosas que tengamos por casa no supongan un peligro para las ratas, sí que debemos mantener aquellas pertenencias a las que tengamos aprecio alejadas de ellas, porque nunca sabemos cuándo una rata puede roer o ensuciar papeles importantes, mobiliario, libros, artículos electrónicos, alfombras, o cualquier otra cosa.
Algunas de las actividades más divertidas para las ratas son los castillos de cajas de cartón, tubos de diferentes longitudes, paneles verticales de tela o sisal para trepar, cuevas, laberintos y diferentes juegos de inteligencia que podemos adquirir en el mercado o crear nosotros mismos. Eso sí, no olvides “regañar” a las ratas cada vez que hagan algo que no esté bien, como roer algo que no deban o pasar a zonas vetadas. Por ejemplo, un chasquido de lengua o de dedos suele ser más que suficiente. Por supuesto, nunca hay que emplear la violencia física contra los animales ni asustarlos deliberadamente.
Para mantener este espacio limpio, es importante barrer o aspirar la zona con regularidad, ya que los restos de comida y heces pueden ser habituales. Para minimizar los deshechos, es recomendable colocar varios esquineros a los que las ratas puedan acudir durante su momento de esparcimiento, además de dejar la jaula abierta si fuera de su agrado. También es recomendable cubrir con una manta o colcha protectora los sofás o camas donde puedan estar los animales, no solamente para evitar que roan sino también las posibles manchas que puedan ocurrir.
También es posible que las ratas se obsesionen con roer en una determinada zona, y que no dejen de hacerlo por mucho que intentemos disuadirlas. En estos casos, podemos frotar con vinagre de manzana en la zona afectada, ya que el olor y el sabor les resulta desagradable. Si aun así persistiera este comportamiento, la única opción sería impedir el acceso al animal hasta que se olvidara de ello.
Al fin y al cabo, en esta zona de juegos las ratas pasarán varias horas diarias, por lo que acabaremos preparándola y redecorándola muchas veces hasta que demos con la combinación perfecta, ¡incluso es recomendable variarla periódicamente para que las ratas siempre tengan algo nuevo por descubrir!