Esterilización y cirugías

En muchas ocasiones recibimos la pregunta de si recomendamos esterilizar a las ratas o si desde la protectora se entregan habiendo sufrido este proceso, y la respuesta siempre tiene detrás una valoración de riesgos para los animales, que por el momento se orienta de esta manera, pero no descartamos a medida que la ciencia veterinaria avance, ver que los riesgos sean cada vez menores y nuestra respuesta cambie. Si no existieran estos riesgos, nuestra respuesta sería muy positiva.

Aunque debemos considerar muchos factores en cada caso, de los que hablaremos más adelante, la respuesta que damos desde Ratas en Adopción es NO. Esto es así porque aunque es cierto que la esterilización puede aportar una serie de beneficios ante situaciones que pudieran o no ocurrir en el futuro, someter a una rata a una cirugía tan invasiva como es la esterilización puede resultar fatal en un porcentaje bastante alto de ocasiones.

Normalmente muchos cuidadores de ratas se plantean la esterilización de los machos con la intención de “apaciguar” un carácter que consideran territorial o para facilitar la presentación del animal a otras ratas para aumentar el clan en el hogar. Lo que sí se ha podido observar a través de varios estudios es que la esterilización de los machos pasadas las primeras semanas de vida no garantiza un cambio en el comportamiento, ya que éste no suele estar condicionado a las hormonas en muchas ocasiones. Por tanto, someteríamos al animal al riesgo de una cirugía sin tener garantía de ningún tipo. Ante situaciones de comportamiento problemáticas os animamos a contactar con un especialista que valore otras opciones antes si fuera posible.

En el caso de las hembras, la esterilización viene motivada para evitar problemas de tumoración de mamas, útero y diversos tipos de cánceres. Sabemos que es difícil decidir en estos casos, pero estos problemas de salud no tienen por qué acontecer a lo largo de la vida del animal y sin embargo, el riesgo del quirófano siempre existe, si se entra en él.

En ambos casos, lo que sí recomendamos es aprovechar otras posibles cirugías que los animales puedan sufrir por otros motivos de salud para esterilizar. Es decir, el riesgo de la cirugía ya existía por motivos reales e inevitables, por lo que si nuestro veterinario considera que el animal puede soportar la recuperación de una doble cirugía, es un buen momento para plantearnos esta opción. Lo que no debemos plantearnos nunca tras la esterilización de los animales es una convivencia con miembros del sexo opuesto, ya que aunque no exista fertilidad, sí existe el hábito de la persecución y el estrés de la misma, pudiendo resultar desde solamente molesto hasta peligroso para la salud de los animales y la estabilidad del clan.

Si nuestra rata padece de problemas respiratorios o cardiacos, probablemente nuestro veterinario quiera valorar otras opciones antes de someterla a una cirugía doble, ya que cuando se dan este tipo de cirugías el tiempo de sedación aumenta y no todas las ratas tienen la misma capacidad de asimilar la recuperación de este proceso.

En el caso de poder llevar a cabo la esterilización durante otra cirugía, es importante solicitar en el caso de las hembras, y si su estado de salud lo permite, una extracción total de útero y ovarios, no solamente uno de los dos órganos. En el caso de los machos es importante revisar con frecuencia el saco escrotal para detectar la posible aparición de abscesos.

Siempre después de una posible cirugía es importante comentar con nuestro veterinario qué situaciones pueden darse y cuál es el aspecto que debería tener una correcta cicatrización, para ser capaces de detectar cualquier anomalía y acudir de urgencia al veterinario si fuera necesario. No olvides mantener al animal separado del resto del grupo unos días hasta la curación total de la cicatriz en una jaula pequeña, con telas de colores claros y sin lecho absorbente que pueda adherirse a la herida, y sigue rigurosamente las pautas de medicación.

En ocasiones, las ratas al despertarse de la anestesia pueden intentar ingerir telas, lecho y otros materiales que tengan alrededor. Evita que esto suceda ya que puede ser muy arriesgado para su vida. Si este comportamiento se alarga más de las primeras 12h tras la intervención, o si el animal no come y bebe normalmente a partir del día siguiente, acude urgentemente a tu veterinario.