Parásitos

La palabra parásito significa “comensal”. Un parásito es un organismo vivo que, de manera temporal o permanente, vive a expensas de otro ser vivo, llamado “huésped”.

Las ratas también se ven afectadas de parásitos, al igual que otros animales e incluso las personas, por lo que es conveniente realizar desparasitaciones periódicas, al igual que acudir al veterinario en situaciones anómalas que puedan indicar una presencia de parásitos. El tratamiento contra éstos debe ser acorde a la fisiología de los mismos, pues no sirve de nada tratar un parásito si no se conoce su tipo. Por ello, debe ser un veterinario especialista quien prescriba y administre estos tratamientos.

Existen dos tipos de parásitos:

Parásitos externos o ectoparásitos

Son aquellos que desarrollan su actividad en el exterior de sus huéspedes, especialmente sobre su piel y mucosas. Dentro de este grupo, podemos diferenciar algunos más representativos:

Sarna sarcóptica

La sarna sarcóptica , o escabiosis, es una afección de la piel altamente contagiosa, producida por el ácaro Sarcoptes scabiei; que se alimenta de la sangre del animal parasitado. Se transmite por contacto directo de la dermis, a través de prendas e incluso a través de la vía sexual. Suele afectar a aquellos individuos con un sistema inmunitario debilitado, en las zonas más sensibles, como el cuello, la barriga, axilas, ingles, genitales y base del rabo o detrás de las orejas, aunque también afecta a otras zonas, como los pliegues de la piel.

No aparece de manera inmediata, sino que posee un período de incubación de varias semanas, lo que dificulta identificar el origen de la afección. Sus síntomas comienzan con un prurito muy intenso, derivando en máculas, pápulas eritematosas de color rojizo, alopecias y costras.

Esta infección parasitaria es difícil de diagnosticar a simple vista, siendo necesaria la observación de los parásitos a través del microscopio, tras un raspado de piel en una de las zonas infectadas. Aún así, aproximadamente el 70% de las muestras de raspados de piel resultan negativos en un examen microscópico, sin tener en cuenta aquellos casos de la denominada “sarna sarcóptica de incógnito”, debido a que no presenta lesiones evidentes y es mucho más complicada de diagnosticar.

Una vez detectado el parásito, han de tratarse todos los animales que convivan con el animal infectado, tengan o no síntomas aparentes, pues pueden presentarlos más adelante. Las personas deberán tomar precauciones, pues,aunque no es un parásito que nos afecte especialmente, podemos actuar de vector.

Para evitar contactos indirectos han de lavarse a mínimo 60ºC  toda la ropa, toallas, hamacas, etc, con las que estuvo en contacto el animal. Por suerte, los resultados con el tratamiento son relativamente rápidos.

Sarna demodécica 

Al contrario que la anterior, ésta sarna es producida por el ácaro Demodex canis, que se encuentra presente, en una cantidad reducida, en los animales, generalmente en los perros, y es muy poco habitual que afecte a las ratas.

Puede estar presente en el cuerpo del animal sin generar síntomas, habitando los folículos pilosos, pero puede producir pérdida de pelo y prurito cuando el huésped posee un sistema inmunológico débil. En este caso, el ser humano no se ve afectado por este parásito.

Sarna Otodéctica

También conocida como otocariasis, la provoca el ácaro Otodectes cynotis y afecta, principalmente, a las orejas,tanto interna como externamente. Sus síntomas son picores fuertes, descamación de la piel, enrojecimiento, hinchazón y un aumento del cerumen de las orejas. A su vez, estos ácaros producen otitis. Las ratas suelen ladear la cabeza ante esta infección y un rápido tratamiento es fundamental para que recuperen la postura normal.

Estos ácaros pueden identificarse como unos puntitos blancos en movimiento por la zona auricular, pero es conveniente realizar un raspado cutáneo para diagnosticar a la perfección. Se transmiten por contacto directo, pudiendo los ácaros desplazarse directamente de oreja a oreja.

Pulgas

Son insectos pequeños de la familia Siphonaptera. No poseen alas, son muy ágiles, presentan un color generalmente oscuro, y se alimentan de la sangre de su huésped fijándose a la piel del animal.

Puede haber un contagio a través de contacto directo e indirecto, e incluso pueden detectar un posible huésped a distancia y llegar a él de un salto. Las picaduras de pulga dan lugar a inflamación y picores, con una única marca de picadura. En la mayor parte de los casos las pulgas son sólo una molestia para los animales infectados, pero algunos de ellos sufren una reacción alérgica a la saliva de la pulga, y, en otros, también pueden transmitir enfermedades.

Piojos

Los piojos son una de las infestaciones parasitarias más frecuentes. Son insectos específicos según la especie del huésped y según la zona del cuerpo en la que se encuentren, afectando tanto a humanos, como a animales y son altamente contagiosos.
Sus liendres son difíciles de erradicar, ya que se adhieren a la fibra capilar con una sustancia adhesiva, pero sólo son transmisibles por contacto directo.

Los síntomas son picores, caída del pelo, descamación epidérmica, abrasiones inducidas y, en casos extremos, anemia y debilidad de la rata. Se han dado casos de ratas convalecientes y/o con heridas y cuya situación ha sido empeorada por la acción de este parásito. Deben tratarse tanto los animales infestados como aquellos que hayan estado en contacto con los mismos.

Las ratas poseen un piojo específico que no se transmite a otras especies y que tiene un color transparentuzco que torna a marronáceo al adherirse al cuero cabelludo. Tienen preferencia por aquellas ratas más débiles y producen los mismos síntomas que otros piojos generalistas.


Tiña

Las tiñas es una afección micótica superficiales que afectan a la piel, al pelo o a las uñas. Según el área afectada pueden distinguirse varios tipos de tiñas, siendo éstas a su vez superficiales o profundas. También existen variaciones en cuanto a su origen, pudiendo ser zoofilos, antrofilos o geofilos.

La tiña es más frecuente en individuos con el sistema inmune más debilitado, y es más frecuente en ambientes cálidos y húmedos. Se transmite únicamente de manera directa y deja una circunferencia sin pelo, en ocasiones rojiza. Hay que prestar especial atención a aquellas ratas de variedades que presenten muda de pelo y no confundir los síntomas. Es una afección también propia del ser humano.

Mosquitos

Aquellos del género Phlebotomus son portadores de la leishmania, que aunque afecta especialmente a perros, también puede afectar a nuestras ratas. Es una enfermedad con tratamiento que aminora los síntomas y mejora la calidad de vida, pero no existe una cura definitiva.

Se pueden ver dos tipos de síntomas. Unos de ellos son cutáneos: descamación, seborrea seca, infección de la piel, crecimiento desmesurado de las uñas, dermatitis alrededor de los ojos…; y otros son fisiológicos: debilidad y delgadez progresiva, hemorragia nasal, anemia, aumento del tamaño de los ganglios, insuficiencia renal… Un mismo individuo puede presentar síntomas de ambos tipos, en diferentes fases, además de varios, como inflamación ocular, artritis, diarrea, meningitis o neumonía, entre otros.

Puede diagnosticarse la enfermedad a través de test de laboratorio, aunque principalmente se realiza en base a la sintomatología y a análisis de sangre.

Parásitos internos o endoparásitos

Son parásitos que habitan en el interior de su huésped, de manera permanente o puntual. Dependiendo del grado de parasitación pueden afectar más o menos a la salud de los animales, desde lesiones a los tejidos donde está situado el parásito, obstrucción del intestino o de los conductos biliares, sustracción de sangre y de otros elementos vitales para la adecuada nutrición del animal, como son las vitaminas y minerales e, incluso, alterar el sistema inmune.

Gusanos redondos

Son el parásito intestinal más común, ya que los animales infestados los transmiten a otros animales a través de la material fecal. Se transmiten de manera directa y se fijan en la mucosa del intestino, desde donde se alimentan del huésped. Provocan inflamación intestinal, diarrea crónica y una inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos, lo que provoca un progresivo debilitamiento y adelgazamiento del animal afectado. Algunas especies se alimentan de sangre, por lo que además generan anemia. Pueden transmitirse al ser humano y afectarnos muy seriamente.

Gusanos planos:

Las tenias o cestodos son parásitos del intestino delgado, donde se alimentan de su huésped. Su cuerpo es plano y se transmite a través de la ingestión de los huevos, por contacto directo. Puede diagnosticarse una infestación cuando se observan dichos huevos en la región perianal del animal, en la base de la cola o en su excremento asemejándose a granos de arroz aplanados.

Gusanos con ganchos:

Cuando las larvas penetran la piel o la mucosa bucal, puede darse una infestación de estos parásitos, que se fijan a las paredes del intestino, donde producen lesiones y succionan la sangre de su huésped. Esto conlleva a una pérdida de sangre, debilidad y desnutrición, que puede poner en riesgo la vida de nuestra mascota e incluso la nuestra propia.

Gusanos con forma de látigo enrollado:

Muy similar en contagio a otros gusanos, son un poco menos dañinos y no suelen causar problemas de salud, aunque una infección muy severa puede derivar en diarrea, pérdida de peso, y pérdida de sangre. Raramente infestan a los seres humanos.

Coccidios

Necesitan vivir y reproducirse dentro de las células de su huésped y causan la coccidiosis. El contagio es a través del contacto con heces o animales infectados.
El principal síntoma es diarrea y su consiguiente deshidratación. En animales más débiles puede llegar a producir la muerte. aunque en seres mas débiles puede producir severas consecuencias, incluyendo la muerte. Una de las enfermedades mas conocidas que causan es la toxoplasmosis. Es raro que afecten a las ratas, aunque sí a los humanos, especialmente a las mujeres.

Giardia

Es un parásito unicelular que produce lesiones en la parte interna intestinal reduciendo así la absorción de nutrientes de los alimentos. Es muy contagioso entre animales, y es necesaria una muy buena higiene, pues proliferan en ambientes insalubres.